Compras compulsivas: ¿una adicción enmascarada?
Las compras compulsivas, también conocidas como oniomanía, son un trastorno caracterizado por una necesidad impulsiva e incontrolable de adquirir bienes, incluso cuando no son necesarios. Gabriela Orozco Calderón, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, describe este comportamiento como un grave problema social vinculado al consumismo exacerbado que promueve el estatus material como símbolo de valía personal.
Aunque no está clasificada como enfermedad en los manuales psiquiátricos, la compra compulsiva comparte similitudes neurobiológicas con el juego patológico, ya que ambos están relacionados con la búsqueda de gratificación inmediata a pesar de las consecuencias negativas. Este trastorno suele implicar sentimientos de ansiedad antes de realizar una compra, euforia al adquirir el objeto y una posterior culpa o arrepentimiento, afectando tanto la vida personal como social del individuo.
Los afectados presentan alteraciones en los neurotransmisores dopamina y serotonina, lo que impacta su capacidad para tomar decisiones. Según la especialista, el tratamiento incluye intervención psiquiátrica con medicamentos y terapia cognitivo-conductual para desarrollar estrategias que reduzcan los comportamientos impulsivos y promuevan el control emocional.
El problema, acentuado en temporadas como la decembrina, afecta mayormente a mujeres, quienes tienden a comprar ropa o zapatos, mientras que los hombres suelen inclinarse por tecnología. Reconocer y tratar esta conducta es clave para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.