El Impacto del Consumo de Alcohol en la Salud Cerebral

El consumo de alcohol es una práctica común en muchos países, incluida México, donde compartir una bebida en reuniones sociales es habitual. Sin embargo, especialistas en salud advierten que el consumo excesivo y prolongado de alcohol puede tener consecuencias graves en el cerebro, siendo la edad un factor crucial en el desarrollo de estos efectos.

Investigaciones médicas indican que, aunque el alcohol puede dañar el cerebro en cualquier etapa de la vida, su impacto se vuelve más notable a medida que envejecemos. El neurólogo Richard Restak, autor del libro *Complete Guide to Memory: The Science of Strengthening Your Mind*, destaca que el abuso de alcohol afecta principalmente la memoria y las funciones cognitivas, especialmente en las personas mayores.

Restak sugiere que se debe considerar la reducción o eliminación del consumo de alcohol antes de los 70 años, ya que a partir de los 65, el cerebro comienza a perder neuronas más rápidamente, lo que agrava los efectos negativos del alcohol. Además, el doctor Restak advierte que el alcohol puede perjudicar capacidades esenciales como la memoria, el juicio y el aprendizaje, funciones que se debilitan con la edad. A medida que las personas envejecen, el daño cerebral causado por el consumo de alcohol puede volverse irreversible, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades como la demencia, que afecta principalmente a la población mayor.

Por otro lado, aunque los adultos mayores son más vulnerables, el consumo temprano de alcohol también representa un riesgo considerable. En México, la edad promedio de inicio en el consumo de alcohol es de 13.5 años, lo cual es motivo de preocupación, ya que el cerebro continúa desarrollándose hasta los 25 años. El consumo de alcohol durante esta etapa crítica puede interferir en el desarrollo cognitivo, afectando habilidades fundamentales como la memoria y el aprendizaje.

Para prevenir el daño cerebral, el doctor Restak hace un llamado a la moderación o eliminación del alcohol, enfatizando la importancia de preservar la salud cerebral. Recomienda a las personas mayores de 65 años que, a pesar de que beber puede estar arraigado en la vida social, es crucial reducir o dejar el consumo para evitar un deterioro acelerado del cerebro y así mantener una mejor calidad de vida.