RESISTOL, CONOCE SUS INICIOS HAYA POR EN 1953
Fue en Yucatán donde estuvieron los orígenes de este producto de fama mundial que para 1953, cuando la fábrica estaba ya instalada en la Ciudad de México, lanzó el pegamento blanco Resistol 850 y un año después, el Resistol 5000.
De hecho, el público de manera genérica le llama "resistol" a cualquier pegamento, y así lo solicita al dependiente de la tlapalería en cuestión.
La historia de la familia Patrón en el campo de los adhesivos inicia cuando D. Adolfo Patrón Martínez en 1916 adquiere a plazos la finca Tepich, donde establece una pequeña fábrica de almidón de yuca, de cuyo jugo se obtenía el famoso almidón que mantiene las guayaberas firmes en sus cuellos y puños, y con una blancura impecable. Fue en un viaje a Cuba, donde Adolfo aprendió las cualidades de este producto, del que luego su hijo Rodolfo Patrón Tenorio, descubrió que es posible obtener dextrinas del almidón, una sustancia útil para engomar telas y papeles, pero para aprovecharla es necesario comprar maquinaria.
Era 1934 y entonces padre e hijo con un crédito de 500 pesos instalaron la unidad extractora y purificadora de almidón más grande del estado que contaba con apenas un obrero y un químico de origen lituano.
Después de hacer varias pruebas para la obtención de dextrina se mandó una muestra al Distrito Federal para comenzar a venderla, pero fracasaron en su intento, por lo que finalmente lograron que el químico Michael Shenk, de Nueva York, los asesorara por correo, mandando la muestra para su análisis y recibiendo su opinión junto con sugerencias para mejorar el producto, por cincuenta dólares al mes. Fue de esta manera que por fin crearon una dextrina aceptable y un pedido por cinco toneladas.
Para entonces D. Adolfo tenía 90 años, y se recuerda que cuando su hijo le leyó el telegrama que confirmaba el pedido, exclamó "ya me puedo morir tranquilo", y en efecto, murió poco después.
Hay que recordar que fue en los Estados Unidos donde Rodolfo estudió ingeniería mecánica en el Rensselaer Polytechnic Institute de los EUA. Allí aprendió las técnicas de cultivo y procesamiento industrial de la yuca.
A su regreso a México, en 1926 se casó con Sara Luján y nació su primogénito Adolfo, y posteriormente, Roger, quienes se sumaron a esta empresa familiar y lograron hacer de esta un emporio industrial que a la fecha tiene un espacio en la bolsa de valores.
La idea de resistir todo, resist-all, le da nombre a la nueva empresa, que para 1941 se traslada a la Ciudad de México al igual que la familia. Durante la guerra, la compañía vende pegamento a las fábricas de cigarros. Para entonces la empresa está formada por tres personas y un laboratorio. Adolfo Patrón Luján empieza a estudiar en la Escuela Nacional de Química de la UNAM, y Roger, su hermano, en Estados Unidos.
Adolfo se gradúa como químico, pero poco antes de concluir dichos estudios, Adolfo encabeza la empresa "Adhesivos Resistol", que su padre había dejado de lado, al aceptar el ofrecimiento de otro empleo. En poco tiempo y de la mano de su hermano Roger, Adolfo Patrón convirtió a la empresa en líder del mercado de adhesivos.
A partir de 1942, Resistol cuenta con instalaciones en Tehuacán, Puebla; Tapachula y Metapa, Chiapas; así como Vallejo. Don Rodolfo murió en 1975, por lo que su hijo, Adolfo, lo sucedió en la presidencia de la empresa, diez años después, Adolfo Patrón cumplió 60 años y decidió retirarse, por lo que la empresa familiar se transformó en una compañía institucional. En 1994 se concretó la reorganización de los negocios. Grupo IRSA se transformó en GIRSA, uno de los mayores productos del sector químico en México.
Al concluir su exitosa labor empresarial, Adolfo Patrón se dedicó a actividades orientadas hacia la promoción de la educación y la cultura, encabezando diversas instituciones que han trascendido en múltiples beneficios para muchos mexicanos, como ha sido el caso al promover la creación de la Orquesta Sinfónica de Yucatán.