Un descanso eterno fuera del protocolo: la tumba humilde del Papa Francisco

Escrito por Destacados Líderes, México, Staff – 24 de abril de 2025

La tumba estará entre la Capilla Paolina, que alberga la Virgen ‘Salus Populi Romani’, de la que Francisco era muy devoto. (EFE)
La tumba estará entre la Capilla Paolina, que alberga la Virgen ‘Salus Populi Romani’, de la que Francisco era muy devoto. (EFE)

En un gesto que refleja fielmente su carácter y sus convicciones, el Papa Francisco ha dejado dispuesto que, tras su muerte, sus restos descansen en una tumba modesta, sencilla y alejada del esplendor que ha caracterizado las sepulturas de otros pontífices. Esta elección no solo habla de su profunda humildad, sino que también es una declaración final de su estilo pastoral y su visión de una Iglesia cercana a los más necesitados.

Aunque la noticia aún se digiere en medio del duelo mundial por su partida, ya se conocen detalles sobre el lugar que albergará sus restos. La sepultura se ubicará en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma, una iglesia especialmente significativa para Francisco. No solo fue allí donde rezó tras ser elegido pontífice en 2013, sino también donde acudía con frecuencia, incluso antes de sus viajes internacionales. La basílica representa para él un espacio de espiritualidad profunda y de conexión directa con la Virgen María.

A diferencia de otros Papas que fueron enterrados en las Grutas Vaticanas, Francisco ha optado por evitar las criptas pomposas, las lápidas elaboradas o las cámaras funerarias grandilocuentes. Su tumba será de piedra sencilla, sin ornamentaciones ostentosas, acompañada únicamente de una inscripción con su nombre y las fechas de su pontificado. Su deseo es que cualquier visitante, sin importar su condición o credo, pueda acercarse a su tumba y orar sin barreras ni solemnidades desmedidas.

Esta decisión coincide con múltiples acciones que marcaron su pontificado: desde vivir en la Casa Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico, hasta negarse a llevar vestiduras litúrgicas cargadas de oro o joyas. Su enfoque siempre fue el de una Iglesia más humana, más empática y con los pies en la tierra.

Más allá de la ubicación física, la elección del Papa Francisco lleva un mensaje de fondo: un llamado a la austeridad, la coherencia y el desprendimiento, incluso en la muerte. Al rechazar el boato que podría haber tenido, deja como legado una imagen viva de lo que predicó: una Iglesia pobre para los pobres, donde lo esencial no necesita adornos.


tumba del papa La tumba del papa Francisco en la basílica romana de Santa María La Mayor será sencilla, en el suelo. (EFE)
tumba del papa La tumba del papa Francisco en la basílica romana de Santa María La Mayor será sencilla, en el suelo. (EFE)

Este gesto final, como tantos otros a lo largo de su vida, permanecerá como una huella indeleble de su paso por el mundo y por la historia de la Iglesia Católica.