La catalana Maria Branyas, nacida en 1907 en San Francisco, se ha convertido en la octava persona más longeva documentada en la historia, con 117 años y 138 días de vida. Esta distinción la otorga la asociación Gerontology Research Group (GRG), reconocida por verificar fechas de nacimiento y muerte para los récords Guinness de longevidad. Branyas supera así a Emma Morano, la italiana que fue la persona viva más anciana hasta su fallecimiento en 2017.
Además, desde este sábado, Maria Branyas es la tercera europea más longeva en la historia registrada. Jeanne Calment, de Francia, encabeza tanto la lista continental como mundial, con 122 años y 164 días. Solo siete personas han superado en longevidad a Branyas, todas ellas mujeres. Ella reside desde hace más de dos décadas en una residencia en Santa Maria del Tura (Olot).
Maria Branyas vivió en San Francisco hasta los siete años, cuando su familia regresó a Catalunya en 1914 durante la Primera Guerra Mundial. Recuerda ese viaje realizado en barco, evitando los mares nórdicos debido a los conflictos bélicos. A lo largo de su vida, ha sido testigo de eventos como la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil española.
A pesar de su avanzada edad, Maria Branyas ha demostrado una notable resistencia, siendo la persona más anciana en vida desde enero de 2023, tras el fallecimiento de Lucile Randon, de 118 años. Aunque ha experimentado pérdida de visión, audición, memoria y movilidad, nunca ha sido hospitalizada. En mayo de 2020, a los 113 años, sobrevivió al COVID-19, demostrando una extraordinaria fortaleza física y mental a lo largo de su vida excepcionalmente larga.