Mexicanos consumen solo 200 gramos de miel al año, a pesar de que México es uno de los principales exportadores.

Los polinizadores invertebrados, como las abejas y las mariposas, están en un momento crítico, principalmente debido al uso de pesticidas, según Tonatiuh Alejandro Cruz Sánchez, académico de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM. Con motivo del Día Nacional de las Abejas, celebrado el 17 de agosto, destacó que el 80% de los productos que consumimos, como pepino, melón, aguacate y cítricos, dependen de la polinización por parte de estos insectos.

Las abejas no solo son cruciales para la producción de alimentos, sino que también ayudan a incrementar la biodiversidad, ya que aproximadamente el 90% de las especies florales silvestres dependen de la polinización.

Aunque México es uno de los principales exportadores de miel, ocupando el séptimo u octavo lugar en el mundo, su consumo interno es bajo. Mientras que en países como Alemania se consumen dos kilos de miel por persona al año, en México el consumo per cápita es de solo 200 gramos. Cruz Sánchez, quien dirige el Laboratorio de Servicio de Análisis de Propóleos, subraya la necesidad de promover la conservación de las abejas y el consumo de productos de la colmena, como la jalea real y la cera.

El consumo de miel ofrece múltiples beneficios para la salud, proporcionando vitaminas, antioxidantes y energía. Además, los apicultores que consumen productos como propóleo, jalea real y apitoxina suelen gozar de mejor salud, con menor incidencia de problemas respiratorios y artritis. Sin embargo, en México, la falta de difusión sobre estos beneficios ha llevado a un bajo consumo.

Económicamente, se estima que hay entre 80 y 90 millones de colmenas en el mundo, produciendo alrededor de dos millones de toneladas de miel entre 2021 y 2022. México produce aproximadamente 60 mil toneladas, de las cuales se exporta más de la mitad, generando ingresos de 128 millones de dólares. La apicultura en México es una fuente importante de empleo, principalmente en zonas rurales, con 45 mil apicultores, concentrando el 30% de la producción en Yucatán, Campeche y Quintana Roo.

Además de la producción de miel, las colmenas se utilizan para la polinización de cultivos, especialmente en Sinaloa, Chihuahua y Coahuila, donde se emplean alrededor de 140 mil colmenas para este propósito. También se ha comenzado a producir miel orgánica, libre de insecticidas, que es cada vez más aceptada por los consumidores. Cruz Sánchez enfatiza la importancia de educar y concienciar sobre la reducción del uso de pesticidas para proteger a las abejas y mejorar sus condiciones.

Finalmente, recomienda el consumo de productos como propóleo, jalea real, polen y apitoxina para mejorar la salud y tratar diversas afecciones, como enfermedades respiratorias y problemas articulares.