En medio de las recientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y México, se ha generado especulación sobre una posible participación de México en el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Sin embargo, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha dejado claro que, por ahora, su gobierno no tiene interés en un acercamiento con este bloque económico y político alterno al G7. Sheinbaum enfatizó que la prioridad de su administración es consolidar la integración de México en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Esta declaración se produce en un contexto de recientes fricciones comerciales. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la suspensión temporal de los aranceles del 25% impuestos a productos mexicanos y canadienses hasta el 2 de abril, tras conversaciones con la presidenta Sheinbaum. Trump destacó la cooperación de México en temas de inmigración y tráfico de drogas, mientras que Sheinbaum celebró la pausa y reafirmó el compromiso de seguir trabajando en conjunto en seguridad y migración.
Además, en una entrevista reciente, Trump sugirió que México y Canadá deberían convertirse en estados de Estados Unidos debido a los supuestos subsidios que su país les otorga. Sheinbaum respondió reafirmando la soberanía de México y destacando los beneficios mutuos del T-MEC para ambas naciones.
Mientras tanto, la posibilidad de que México busque alternativas en su política exterior, como una mayor colaboración con el BRICS, ha sido tema de debate. No obstante, la postura oficial del gobierno mexicano se mantiene enfocada en fortalecer las relaciones dentro del marco del T-MEC.
En este escenario, las decisiones que tome México en cuanto a sus alianzas internacionales podrían redefinir su posición en el tablero geopolítico global. La comunidad internacional observa con atención cómo evolucionarán las relaciones entre México, Estados Unidos y otros bloques económicos en los próximos meses.